lunes, 16 de julio de 2012

Nuestra experiencia en Cool de Sac


Muchas veces me he quejado de la falta de lugares de diversión para niños de 0 a 2 años de edad. Además de los parques públicos (que incluso no son para bebés que aún no caminan) y Piccolo Mondo, no conozco muchas opciones para ellos, así que cuando supe de la inauguración de Cool de Sac México me emocioné por completo y me puse a buscar fotografías del restaurante en facebook y google.

Después de mucho planearlo y tras casi dos horas de camino (sin tráfico, pero con lluvia), finalmente el sábado conocimos el lugar ubicado en el centro comercial Paseo Interlomas. Saliendo de Liverpool, en planta baja y a mano izquierda, aparecieron las coloridas letras del restaurante. Pasando una puerta de cristal y antes de atravesar una pequeña reja con llave y custodiada por personas del lugar,  hay una tienda de juguetes, en su mayoría mega blocks, y un recibidor.
Tras pagar la admisión ($75 en caso de niños menores de 3 años, y $145 de 3 a 12 años), las chicas le colocan un brazalete con un código a cada miembro de la familia, mismo que deberán mostrar a la salida.

Son 7 los bloques en que se divide el lugar (sin estar delimitados por paredes, todo es abierto), de izquierda a derecha, formando un semicírculo, además del área donde están colocadas las mesas.
El primero es el que llaman "Playuntil", para los más grandes y el cual no analicé demasiado, pero es un tipo cuadro color plateado con escaleras, una red y otros escondites; después sigue "Videogames", donde los niños, de acuerdo a su edad, pueden jugar diversos videojuegos de Wii o Xbox, incluyendo los relacionados con Kinect, como rock band y algunos de Disney. Para quienes optan por Wii, hay una fila de pequeñas sillas de colores, y en caso de Xbox, la mayoría se juegan de pie.

El tercero es "Discovery", donde hay un espejo grande que distorsiona la imagen reflejada, una mesa con  cinco computadoras, cada una con diferentes actividades y dinámicas, una pequeña estación con tubos que expulsan aire para que los niños aprendan sobre la gravedad y un pizarrón con ranuras para que coloquen tablas de diferentes tamaños. El cuarto es  "Backstage", un pequeño espacio donde los pequeños se pueden disfrazar, jugar al salón de belleza en el tocador con 9 espejos iluminados y 9 sillas, o pedir que una chica del staff los maquille.


El quinto es "Blocks", equipado con tres círculos que sirven como mesas,  preparados para que los niños de 3 años en adelante armen figuras con legos. Ahí mismo, frente de las mesas circulares, la silueta de 2 niños y 2 niñas divide el área del siguiente bloque. Por un lado, las siluetas son pizarrones y por el otro sirven como caballetes. En su base hay espacio para más legos. "Arts" es el sexto bloque, donde hay dos mesas grandes con sillas pequeñas para que los niños dibujen o, guiados por el staff, hagan algunas manualidades. 


El séptimo y último es "Tots", un pequeño espacio destinado para los bebés, el cual se encuentra cercado por una barda forrada de un material acolchonado y cubierto con una alfombra tipo foamy. Dentro hay varios juegos de mega blocks, una pequeña instalación que funciona como resbaladilla o túnel, una alberca de pelotas esquinada, una mesa que funciona como pista de coches y dos juegos colocados en la pared con engranajes para que los niños los giren. Afuera de este espacio hay dos mesas, una para cuatro personas y otra para seis, las más solicitadas del lugar.


Frente a las estaciones está el área de restaurante, con gabinetes y mesas familiares. Y, a un lado de Tots, se encuentra una rampa que dirige a los baños. El de mujeres cuenta con dos cambiadores.


Sobre el menú, fue muy distinto al que imaginaba. Tras leer en la página del restaurante, esperaba encontrar una gran variedad de platillos, tanto para chicos como para grandes, pero no fue así. Al principio de la carta hay una sección de desayunos; después sigue el apartado de los niños, quizá el mejor armado, con opciones como pechuga a la plancha, pizza, hamburguesa, pasta y arrachera, entre otras; después las entradas, seguidas por las ensaladas (yo pedí la Thai Chicken, la cual incluye cuatro trozos de pollo de unos 2 o 3 cm y tiene un aderezo un tanto condimentado); dentro de los platos fuertes básicamente están las hamburguesas, pizzas, pastas y algunas otras opciones (que estoy viendo en internet, pero en la carta que me entregaron no aparecían). Y, finalmente, los postres.


En conclusión, el lugar está lindo, colorido y divertido, a mi parecer, sólo para niños de 3 años en adelante. Ya que en caso de los más pequeños, como Bam Bam, aplica exactamente igual que en cualquier restaurante con áreas de bebés o, incluso, Piccolo Mondo, pues no hay suficiente personal a cargo de los niños y, además, la vista desde las mesas es muy limitada, lo cual a muchas mamás, como yo, no nos deja tranquilas.


Para nosotros, el concepto es muy bueno, el gran error está en el acomodo de las mesas, ya que las estaciones deberían estar alrededor de las mesas, en forma circular, para que todos los adultos puedan observar a sus hijos mientras comen (que es la idea que vende el restaurante).


Por lo que vimos, los niños mayores la pasan bastante bien y los papás pueden comer, conversar o permanecer en las mesas con la tranquilidad de que sus hijos estarán seguros, porque eso sí, la seguridad es muy buena, nos consta, ya que a uno de mis sobrinos se le cayó el brazalete y no nos dimos cuenta hasta la hora de salir, cuando la chica lo pidió. Al no traerlo, mi hermana tuvo que enseñar varias fotografías en su celular de los gemelos y, en especial, del niño, quien no traía el identificador, para que autorizaran la salida.


En lo personal, me gustó el lugar, pero no para volver a emprender la travesía de atravesar la Ciudad completa, o por lo menos no tan seguido. Ya que a las casi dos horas de ida se le sumaron otras dos de regreso, y eso que no había tráfico, pero sí lo recomiendo para quien guste de manejar, no le tenga miedo a las distancias o viva en esa zona, y, principalmente, tenga un hijo de 3 años en adelante.

3 comentarios:

  1. La idea si es muy buena (creo para la mayoría) pero creo que yo no iría por varias razones, distancia, paranoia y la verdad es que a la nena no le gusta mucho comer fuera... para mí el comer fuera significa que la nena no coma :S tratamos de pedir lo mismo que come en casa pero supongo no le sabe igual y prefiere no comer nada o casi nada así que para nosotros nos funcionan más las salidas cortas... y creo que la razón más fuerte es que ir a un lugar a que vean a mi chamaquita mientras yo como pues no me llama la atención, digo suficientes horas pasamos lejos para perderme esa cotidianidad :D...

    Ahora ella un poco más grandecita estamos entrando a un nuevo mundo de actividades familiares manualidades en casa, estamos explorando su curiosidad en la cocina (me ayuda con tareas sencillas en la preparación de nuestros alimentos), poco a poco vamos re descubriendo la ciudad a su lado.

    Regresando al restaurante... para mí no tiene mucho chiste... es como si me invitaran a un bar o "antro" no me llama la atención pagar entrada + consumo porque yo no fumo ni bebo así que pagar $200.00 mínimo por un refresco pues no me llama :P creo que hay más formas para socializar que ir a este tipo de lugares :D

    Definitivamente el mercado para actividades de toddlers y menores no está nada explotado creo que yo apostaría más en un lugar donde más que comer hubiera talleres y actividades diferentes para compartir... alguna vez leí en un blog español un lugar donde ofrecen masajes para mamá y toddlers... es decir en la misma habitación te dan tu masaje y al mismo tiempo le dan masaje a tu bebé... este es el post:
    http://www.conbotasdeagua.com/martina-mama-de-masaje-juntas/
    eso si que me daría un gusto enorme pagarlo... y si no se puede al menos hacerlo en casa :D

    Ves? para gustos los colores puede que para alguien esta opción (el rest.) sea el sueño de su vida

    Lau :)

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  2. El acomodo de las mesas es clave, ya que de tener algo diferente, no habría problema en la distancia. Sin embargo, al no ser así, no desquita en lo absoluto el pesado trayecto para quienes estamos lejos de la zona de Interlomas.

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  3. Ups, pues lo malo es que esta muy lejos, porque me encanta el concepto, sobre todo porque mi hijo ya esta un poquito más grande y eso me da cierta ventaja, pero ya iré y te platicaré como nos fue. Besos y mil gracias por compartir.

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