Sin duda, el peor mes de mi vida ha sido mayo, mayo de 2010. Malas noticias, cirugía de mi suegro, choque de Mafer, discusiones con mi novio, materias reprobadas de mi hermano, y una serie de etcéteras que no quiero ni recordar. Claro, además de la indicación de mi médico: "Tenemos que practicar la cirugía ya".
No es mi primera cirugía, pero sí la primera que no programo “por gusto”. Digamos que la de las muelas era una necesidad, pero que acepté sin problemas; la de los ojos fue más por cuestión estética que por otra razón, pero esta vez era necesariamente urgente y no me pidieron opinión.