Después de un viaje,
siempre hay mucho que contar, más aún cuando el motivo de ese viaje eres
tú...
Nueva York no era una
ciudad que llamara mi atención, nunca se me había antojado viajar a ese destino,
a pesar de los excelentes comentarios que había escuchado, incluso de mi
familia. No había algo en particular que me invitara a conocerlo. Eso, por
supuesto, se lo había expresado al marido casi después de saber que Nueva York y
Londres son dos de sus ciudades favoritas.
Desde hace poco más de un
mes, el marido anunció un viaje en pareja para mi cumpleaños, léase SOLOS, sin
Bam Bam; me pidió que solicitara una semana de vacaciones en el trabajo y no
dijo más. A la semana, se le ocurrió decirme que nuestro destino estaba entre
las siguientes opciones: Las Vegas, Miami, Alaska, San Francisco y Nueva York, y
que podía intentar adivinarlo.