jueves, 4 de abril de 2013

Gustos y pasiones

Nada más triste que una persona deje de hacer lo que más le gusta por falta de tiempo. Y sí, así me ha pasado.

Desde pequeña, lo que más disfruto es escribir, lo que sea... desde cartas, recaditos, poemas y cuentos  hasta posts o reportajes de ciertos temas que me interesan, como vida, salud y, claro, niños. 

En cuanto aprendí a escribir, que hoy que nunca terminas de hacerlo, comencé a redactar cartas para mi mamá, las cuales dejaba bajo su almohada, sobre todo cuando me portaba mal y quería disculparme sin que se me llenaran los ojos de lágrimas y se me quebrara la voz. 


Después, durante un curso de verano en Guadalajara, descubrí que también era divertido escribir cuentos, pues podía echar a volar mi imaginación al infinito y más allá. 

Luego, en mi adolescencia creí que lo más padre era plasmar mis ideas y vivencias en un diario, claro, hasta que supe que mi mamá se entretenía de lo lindo leyendo mis secretos. Fue entonces cuando dejé de hacerlo y opté por convertirme en poeta... sí, no sólo redactaba poesías, también las leía y declamaba cuando tenía oportunidad. Y vaya que lo hacía bien, pues una vez hasta logré que al doc se le enrojecieran los ojos. 

Cuando entré a la universidad, confirmé que, definitivamente, lo mío es la escritura y redacción, así que comencé a colaborar en algunas revistas, continué llenando de cartas melosas a mi en aquel entonces novio y  comencé a perfilarme para dedicarme profesionalmente a lo que hoy hago, escribir y editar en un medio de comunicación.

Sumado a esto, puedo decir que soy, o ya no sé si era, completamente fanática de fotografiar momentos especiales y espontáneos de mi vida. Recuerdo que mi primera cámara me la obsequió mi papá cuando tenía 8 años. Era negra, completamente básica y, obviamente, de rollo. No sé cuántas "películas" velé, pero sí recuerdo cuánto me divertí y cuántos instantes capturé. 

Mi segunda cámara o la que recuerdo porque fue muy especial es una diminuta sony. De hecho, creo que ahí surgió mi amor por la marca, apenas medía 5 centímetros de largo y tenía 2.0 megapixeles, pero para mí era la mejor. Después de esa, muchos modelos han pasado por mis manos hasta la que actualmente tengo, "nuevecita de paquete", como dicen por ahí, y la cual tuvo a súper bien regalarme Luis.

Desafortunadamente, el trabajo, la rutina y las ocupaciones diarias, muchas veces terminan por alejarnos de nuestros hobbies (o hobbys según la RAE) y pasiones. 

La falta de tiempo libre o mi mala administración del mismo ha hecho que poco a poco deje de escribir en mi blog, que no le redacte cartas a mis seres queridos y que deje de capturar esos momentos que, estoy segura, no se repetirán... sólo en mi mente.


Y como estoy completamente convencida de que eso no es sano, ahora que soy madre espero poder transmitirle a mi hijo la importancia de darse espacio para cada cosa, incluyendo esas que te hacen feliz por el simple hecho de hacerlas. Y como también estoy segura de que se predica con el ejemplo, mi propósito de abril es volver a encontrar esos lapsos en los que pueda fotografías lo que más me gusta y plasmar lo que más disfruto.

3 comentarios:

  1. No se diga más: a disparar.

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  2. Amiga, hobbys se ve rarisimo (aunque se que en tu trabajo asi piden que se escriba)! Cheque en la pagina de la REA por no dejar, y no se sugiere escribirlo asi... de hecho su diccionario no incluye forma plural. Te sugiero escribirlo de la manera que tu sabes que es correcta... hobbies. :)

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  3. Jane, aún sin poder dedicarle el tiempe que merece tu gusto, el que compartas esto con nosotros, creo que vale la pena. Enjoy

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